sábado, 5 de junio de 2010

SABER ESCUCHAR

Algo que parece de práctica obvia, pero que a veces no lo es tanto:


En algunas discusiones o planteos, que le hacemos a nuestra pareja, sólo queremos expresar nuestros sentimientos, nuestros pensamientos, sin dar lugar al otro para expresar sus sentimientos ni sus pensamientos. Es importarte tratar de entender a nuestra pareja. Todos vemos la realidad de forma diferente, es decir, todos percibimos la realidad de manera distinta, a veces estas diferencias son sutiles y a veces son mayores, dado que cada uno de nosotros ve con un cristal diferente la realidad según nuestra historia, cultura, familia, experiencia, estado de ánimo.

La idea es asemejarse a la visión del otro para poder comunicarnos, es decir, estar en la misma sintonía, “ponernos en sus zapatos”. De lo contrario nunca podremos conciliar las diferencias y llegar a acuerdos beneficiosos para ambas partes. A la hora de “negociar” nuestra postura, lo más sano es que ganen los dos y no que alguno pierda, porque si alguno pierde, al final pierden los dos.

El resultado positivo, de plantear situaciones que no nos hacen sentir bien en la pareja, es cuando se producen mejoras, y esto se torna un proceso virtuoso y continuo en donde este mecanismo se retroalimenta, evoluciona y así se pueden atravesar situaciones difíciles o sólo sentirse mejor cada día junto a la persona que comparte nuestra vida.

Una vez que se plantea el problema de manera que queden aclaradas las posturas, siempre bajo la base del respeto mutuo, es importante tomar una decisión respecto de que es lo que se va a hacer de ahora en más para mejorar el problema planteado. Cuando se tiene en claro que es lo que se va a hacer es fundamental cumplir con lo que se acordó. Si por algún motivo uno de los dos no pudiera seguir con este plan, se tiene que volver a analizar el tema y tomar las medidas correctivas, analizar porque no funcionó, y mejorar ese aspecto del “plan”.


En resumen:

1- Surge algún factor detonante, que provoca tensión en la pareja (un problema).

2- Elegir un lugar apto, donde los dos pueden hablar y escucharse mutuamente, sin elementos de distracción.

3- Tomar una decisión de que es lo que se va a hacer, como se va a hacer y cuando.

4- Ver si se cumple este “plan” que se decidió.

5- Si no se cumple, volver a analizar el problema y rehacer los puntos 2, 3 y 4.


Parece obvia la solución, pero muchas veces por estrés, falta de tiempo, falta de ganas, no se planteas ciertos problemas que existen en la pareja, y se descarta la posibilidad de mejorar estos temas molestos.

No pierdan tiempo, la vida es una sola y merece ser bien vivida, siempre se puede estar mejor, pero eso requiere de un pequeño esfuerzo continuo y diario. Esta en nosotros esa posibilidad, aprovechémosla.

Aprendamos a escucharnos cada día más y mejor.



Etiquetas: discusion, escuchar, parecja, problemas
Publicado en Pareja. 19 de Noviembre de 2008
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